Las pérdidas asociadas a los riesgos reputacionales en los negocios no han dejado de crecer durante la última década. La inestabilidad económica y geopolítica, unida al auge de las redes sociales y a ciertos factores demográficos y culturales han provocado que gestionarla reputación de una marca o empresa sea cada vez más complicado. Un único suceso inesperado puede dejar la imagen de una organización por los suelos.
Hay incluso eventos ajenos que afectan a la reputación de una industria completa, aunque la mayoría de empresas no tenga relación con él. Por ejemplo, un fallo en un control alimentario o un incidente grave en una fábrica textil pueden impactar en la imagen de toda la industria alimentaria o de la moda. Por eso, es necesario contar con estrategias, profesionales y herramientas adecuadas para la gestión de riesgos reputacionales.
Los riesgos reputacionales siempre han existido. Sin embargo, al estar fuertemente ligados a la imagen pública de una organización, existen tres factores que han provocado el aumento exponencial de dichos riesgos en los últimos años.
Los riesgos asociados a la reputación tienen cada vez más peso en la gestión de riesgos de las empresas, según el informe Global reputational risk management survey report de Willis Towers Watson. De las 200 organizaciones encuestadas, un 72% aseguran que sus equipos de análisis y mitigación de las exposiciones se ocupan de las tareas de monitorización y medición del riesgo reputacional.
Además, casi la misma proporción de empresas aseguran que los riesgos asociados a la reputación forman parte de los informes que se discuten en los niveles más altos de ejecutivos y en la junta directiva. La gran mayoría cree también que su atención a los riesgos reputacionales aumentará durante los próximos cinco años, ya que son conscientes de las implicaciones que tienen en la cuenta de resultados y la atracción y la retención del talento.
Por último, el informe revela que medir y gestionar el riesgo reputacional no es sencillo. Un 51% tiene dificultades para acceder a datos fiables sobre la reputación de la compañía y un 42% reconoce que no cuenta con herramientas adecuadas para ello. Esto provoca que una amplia mayoría esté interesada en mejorar sus estrategias y sistemas para proteger su empresa de los daños reputacionales.
Los factores de riesgo que pueden afectar a la reputación de un negocio se han multiplicado en los últimos años y, tal como señala el informe de Willis Towers Watson, muchas organizaciones buscan soluciones para mejorar la gestión y la mitigación de estos riesgos. En este sentido, entran en juego herramientas como nuestro seguro de crisis reputacional. Este está diseñado para ayudar a las empresas a comprender los riesgos y los daños reputacionales y, en particular, aquellos asociados a:
El seguro de crisis reputacional está diseñado para cubrir los riesgos que selecciona el cliente. Entre sus beneficios incluye inteligencia reputacional en tiempo real, la protección de beneficios, la gestión de la comunicación de crisis, la rehabilitación de la marca y el pago de las indemnizaciones provisionales. A través de la integración de herramientas tecnológicas avanzadas, este producto impulsa la gestión proactiva y ágil del riesgo reputacional.