El mercado duro llegó de manera clara a España y Portugal a principios del 2019 donde pudimos ver cómo los mercados de seguros centraban sus estrategias de suscripción en la revisión de sus exposiciones para redefinir sus apetitos de riesgo y aplicar medidas correctoras con el único foco puesto en la rentabilidad de sus carteras de negocio. Estas medidas, caracterizadas por fuertes subidas de tasas, el endurecimiento de los términos y las coberturas, y una fuerte reducción de la capacidad, nos han acompañado también durante los años 2020 y 2021.
Durante las pasadas anualidades, tanto brókers como compañías aseguradoras, nos hemos enfrentado a un escenario mucho más difícil y complejo, principalmente para las grandes y medianas empresas con exposición y riesgos internacionales.
Durante estos años, varios aseguradores de referencia dejaron de suscribir nuevo negocio para algunas actividades y líneas de negocio; y en ciertos casos llegaron a decidir su salida total de algunos ramos de seguros dejando de renovar por completo sus carteras. Estas decisiones comprometieron seriamente la capacidad para algunas líneas de negocio (LoBs) tales como D&O, RC Profesional, RC con exposición en los Estados Unidos, Ciberriesgos y Daños Materiales; y en sectores de actividad como el del reciclaje y manipulación de residuos, alimentación y bebidas, minería, industria maderera, automoción, algunas tecnologías en energía, construcción, aviación y servicios financieros.
En 2022 el mercado duro continúa, pero ya es patente un ligero y gradual “ablandamiento” de las condiciones que trae consigo una cierta desaceleración de las subidas de tasas. La oferta, en forma de capacidad adicional proporcionada por las compañías de seguros está en alza, y el aumento de la oferta está generando mayor competencia que a su vez impulsa, inevitablemente, una bajada de los precios.
¿Qué ha provocado este aumento de la oferta? Un factor principal es, por supuesto, el mercado duro. Las tasas más altas ofrecen una mayor adecuación de los precios y la oportunidad de un mayor rendimiento del capital. Después de varios años con aumentos muy pronunciados e incesantes, el mercado ha dado pasos significativos para “corregirse”, desde una perspectiva de las aseguradoras.
Las fuerzas que condujeron al mercado duro -el aumento sistémico del riesgo por el incremento de las pérdidas catastróficas, la inflación social, el aumento de la exposición en ciertas áreas como los ciberriesgos, los daños materiales y la responsabilidad civil- no han desaparecido. Pero una de las palabras que aparece constantemente en nuestro último informe del mercado y en nuestras predicciones sobre lo que vamos a ver a lo largo de todo el 2022, es estabilidad.
La mayor excepción a esta tendencia general son los seguros de ciberriesgos, que sigue su propia evolución sin dejarse contagiar por el comportamiento del resto de líneas.
En lo que respecta a los seguros de Daños Materiales, como hemos comentado anteriormente hay industrias que están viviendo momentos complicados como el sector de reciclaje en España que se encuentra en situación de desamparo asegurador ante la imposibilidad de conseguir pólizas que cubran su actividad. Esto también afecta a otras Industrias si bien en menor medida como Maderas, Químicas o Alimentación. Son sectores que, sin duda, abren una oportunidad de negocio a aseguradores dispuestos a facilitar soluciones y que contarán cada vez más con la concienciación de los sectores en mejorar su seguridad y gerencia de riesgos.
Además, muchas compañías que ya han completado los planes de saneamiento de sus carteras y llevan uno o dos años consecutivos cerrando el ejercicio con resultado positivo, vuelven a tener objetivos agresivos de crecimiento y generación de nuevo negocio y muchas de las industrias que quedaron fuera de los apetitos durante los peores momentos del mercado duro están volviendo a generar interés.
Así que, en su mayor parte, avanzamos hacia la estabilidad. Pero eso no significa que se trate de un mercado sencillo. El mercado de dos niveles sigue siendo la realidad de muchas líneas de negocio: las condiciones son mejores para los riesgos “buenos” y más duras - a veces mucho más duras - para los riesgos “menos atractivos”.
Desde WTW llevamos muchos meses insistiendo en el papel crucial que juega el gestor de riesgos para diferenciar y posicionar los riesgos de su organización en el mercado. Se necesitan y se esperan muchos más y mejores datos, y la información debe presentarse de forma mucho más clara y convincente. Y, a su vez, el análisis de toda esta información requiere de más recursos y más cantidad de tiempo por parte de los equipos de suscripción de las aseguradoras, que siguen muy selectivos a la hora de escoger los riesgos que van a cotizar.
El mercado de dos niveles sigue vigente, pero la desventaja de estar en el nivel de riesgo más alto no será tan mala. Para bien o para mal, nuestro sector seguirá moviéndose con las leyes de la oferta y la demanda. Si la oferta sigue volviendo como lo ha hecho en durante todo el año 2021, podríamos ver cómo se inician los descensos de tasas antes de que acabe el año 2022. Esto no será una evolución generalizada para todas las líneas de negocio, y las modalidades de seguros y sectores de actividad con más dificultades, seguirán teniendo problemas hasta mediados de año.
Título | Tipo de archivo | Tamaño de archivo |
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Informe sobre el Mercado de Industrias Agravadas | 2.6 MB |