La industria de la alimentación parece haberse habituado a vivir en la incertidumbre. A los vaivenes provocados por la pandemia y el impacto de las medidas adoptadas para contener el avance del COVID-19, se ha sumado en los últimos meses la inestabilidad geopolítica, el aumento de los precios de la energía y los problemas de suministros de todo tipo de productos y materias. Además, el sector se enfrenta al escrutinio cada vez mayor de su impacto medioambiental.
¿Cómo afecta la situación global al consumo de productos y servicios alimentarios? ¿Dónde están las mayores oportunidades para la industria de la alimentación y las bebidas? ¿Qué riesgos y desafíos deben tener en cuenta las empresas del sector? En busca de respuestas, WTW ha elaborado la encuesta global sobre alimentos y bebidas, en la que han participado 250 altos directivos de las principales empresas alimentarias de todo el mundo. Estas son sus principales conclusiones.
Tras más de dos años de altibajos, más de un 40 % de los directivos asegura que la prioridad de negocio es la estabilización, situándola incluso por encima del crecimiento. Además, la pandemia ha dejado lecciones destacadas alrededor de la importancia de asegurar la resiliencia del negocio ante eventos disruptivos: un 97 % de las empresas tiene un procedimiento en marcha para planificar la continuidad del negocio.
Si bien la lucha contra el COVID-19 parece marchar por el buen camino en buena parte del mundo gracias a la vacunación, las consecuencias de la pandemia siguen afectando al sector de alimentos y bebidas. Según los directivos encuestados, los problemas de la cadena de suministro y las dificultades para atraer y retener talento siguen siendo obstáculos importantes para lograr los objetivos estratégicos. Además, esperan que la escasez de almacenamiento, personal y contenedores de envío siga teniendo impacto en los próximos dos años.
Las empresas del sector tuvieron que acometer grandes transformaciones para adaptarse a la situación creada por la pandemia. Ahora, las empresas buscan maximizar el potencial de estos cambios: el 45 % de los directivos que participaron en la encuesta asegura que sus empresas seguirán avanzando en la automatización y la digitalización, áreas en las que siguen viendo algunas de sus mayores oportunidades.
Los directivos también destacan que existen una serie de tendencias en claro crecimiento dentro de los hábitos de los consumidores. Los alimentos orgánicos, la atracción de los consumidores más jóvenes y con mayor conciencia social y las dietas veganas y vegetarianas son algunas de las áreas de oportunidad identificadas para diversificar y hacer crecer la industria. En general, el sector es optimista: el 70 % de las empresas alimentarias creen que la industria será más rentable en los próximos dos años.
A la hora de hablar de factores de riesgo, los líderes de las empresas del sector lo tienen claro: los riesgos medioambientales y los eventos extremos asociados al cambio climático y el coste y la disponibilidad de las materias primas y los combustibles son los factores de riesgo externos más importantes. Además, el riesgo de marca y reputación y el déficit de capacidad logística y almacenamiento aparecen también entre los grandes motivos de preocupación para el sector.
Los factores externos que escapaban al control de la empresa, como la inestabilidad geopolítica alimentada por el conflicto de Ucrania o los factores económicos externos, son considerados como los mayores desafíos a la hora de enfrentarse a los riesgos a medio plazo. Además, la falta de acceso a soluciones adecuadas para la transferencia de riesgos también aparece como una de las barreras más importantes a la hora de lidiar con los riesgos.
La encuesta de WTW revela también que existe una falta de alineación entre los factores de riesgo que las empresas señalan como mayores amenazas y el nivel de cobertura que tienen. Por ejemplo, casi tres cuartas partes de los líderes empresariales afirmaron que su empresa no tenía un seguro específico para los riesgos medioambientales y un 63 % aseguró que no contaban con pólizas para riesgos cibernéticos.
En un mercado de seguros complejo, las empresas deben diseñar una estrategia sobre qué riesgos cubre cada seguro, teniendo en cuenta especialmente la suposición de qué riesgos están cubiertos en otro lugar. Sin embargo, las exclusiones y los deducibles también están en aumento, por lo que es aconsejable comprobar exactamente lo que las pólizas cubren o no, y asegurarse de que no haya lagunas evidentes en la protección frente a los muchos riesgos del sector.