¿Es posible combinar placer y trabajo cuando se está de viaje? Cada vez más personas contestarían que sí a esta pregunta. La digitalización y el trabajo en remoto abrieron la puerta de la flexibilidad y las nuevas tendencias pospandemia en el sector turístico están allanando el camino: el bleisure, la combinación entre viajes de negocios y de placer, es cada vez más habitual.
El 1 de enero de 2018, la web del diccionario de Cambridge, una de las grandes referencias en lengua inglesa, incluía por primera vez una nueva palabra: bleisure. El concepto no era exactamente novedoso y los responsables del diccionario llevaban ya tiempo debatiendo si incluir o no este término. Bleisure surge de la combinación de business y leisure, negocio y ocio. Es decir, viajes de negocio que se amplían para añadir actividades o días de ocio y descanso.
En ese artículo de 2018, el diccionario de Cambridge señalaba que el bleisure no parecía estar creciendo demasiado, si bien casi la mitad de los millennials que viajaban por negocios apostaban por añadir algo de ocio. Sin embargo, las cosas han cambiado mucho desde entonces. De acuerdo con los datos reflejados por la revista Forbes, un 89 % de los trabajadores que viajan por negocios se plantean coger días de vacaciones para extender esos viajes y durante 2022 los desplazamientos de bleisure podrían incluso superar a los de los viajes de negocios tradicionales.
El concepto de bleisure fue identificado por primera vez en 2009, dentro del informe bianual de tendencias publicado por The Future Lab y, desde entonces, ha ido ganando relevancia dentro de la industria turística. Los viajeros bleisure combinan el ocio con las obligaciones comerciales y profesionales cuando están fuera de su lugar habitual de residencia y/o viajan al extranjero. Aunque es una tendencia extendida entre todos los tipos de empleados, tiene más peso entre los jóvenes con mayor facilidad para trabajar de forma flexible y remota.
En el mundo que está emergiendo tras la pandemia, el bleisure está llamado a tener cada vez más protagonismo. El auge del teletrabajo y la digitalización, las nuevas relaciones entre empresa y empleados y el interés de la industria turística que ve en los viajes de ocio y trabajo una nueva oportunidad de negocio (y ofrece productos y soluciones específicamente diseñados para este tipo de viajeros) están llamados a alimentar el crecimiento del bleisure.
Añadir la opción de extender los viajes de negocio por placer a los beneficios para empleados es una buena forma de aumentar el compromiso y la satisfacción de los trabajadores e incrementar la fidelidad hacia la empresa, aspectos que redundan a medio plazo en la productividad. Además, un empleado más satisfecho y relajado tendrá más probabilidades de obtener buenos resultados durante las negociaciones y reuniones comerciales a las que acuda durante el viaje.
De acuerdo con el especialista en estrategia de negocio Bryan Kramer, combinar los viajes de trabajo con el ocio tiene una serie de beneficios claros para las empresas:
El bleisure representa también una fuente de oportunidades para la industria turística. Al añadir ocio a los negocios, la duración media de los viajes de empresa se incrementa, se multiplican las posibilidades de actividades que pueden ofrecerse al viajero (que busca ocio y relax, pero probablemente no ha tenido demasiado tiempo para ver las opciones por sí mismo) y aumenta el gasto potencial del turista. Por todo esto, el sector presta cada vez más atención al turismo bleisure. Estas son las principales tendencias detectadas en el último año:
Los viajes de ocio y negocios están creciendo de la mano del entorno laboral surgido de la pandemia, más flexible, más digital y marcado por nuevas relaciones de confianza entre los trabajadores y las empresas. Pero, además de ser una buena herramienta para reforzar la estrategia de beneficios de la empresa, el bleisure representa también un sinfín de nuevas oportunidades para el sector turístico.