Si consideramos que los factores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) han pasado de ser un tema en el que solo se fijaban los inversores especializados a convertirse en una prioridad para las empresas, es comprensible que el asunto también sea objeto de crítica, sobre todo si tenemos en cuenta su amplísimo alcance. Vemos el rechazo a estas iniciativas como una señal de maduración de los asuntos ESG, en los que están implicados una gran variedad de partes interesadas, cada una con su filosofía, estrategia y enfoque particular. Así, sin definiciones y hojas de ruta bien acordadas, cabe esperar que surja el debate.
Las organizaciones tienden a abordar las cuestiones ESG a través del cumplimiento, la responsabilidad social corporativa y la estrategia empresarial, o de una combinación de las tres. El éxito de las iniciativas ESG es diverso, lo que ha provocado críticas y ha despertado el escepticismo en múltiples frentes.
Las críticas a los factores ESG son un paso necesario para su evolución. Estimulan la introspección y la evaluación, ayudan a cuestionar las hipótesis subyacentes, separan lo importante de lo superficial y evidencian la necesidad de que los defensores de ESG mejoren sus estrategias y tácticas para ponerse objetivos realistas y ambiciosos. Por ejemplo, un punto de tensión clave es que muchos métodos de análisis ESG actuales surgieron como una manera de evaluar el impacto de estos factores en el valor de una empresa. Sin embargo, ahora también se presta atención a la doble materialidad, como, por ejemplo, el impacto de un negocio sobre el medio ambiente y la sociedad en su conjunto.
No se cuestiona el aspecto de gobernanza en los factores ESG, por su enfoque en los procesos de gestión del negocio, en la misma medida que se hace con los aspectos medioambientales o sociales de las estrategias ESG, ya que la gobernanza ha sido un eje central del liderazgo desde hace tiempo.
Una de las principales preguntas sobre las cuestiones ESG —abordada de manera detallada en este informe—, es cómo conciliar sus aspectos más controvertidos, como el cambio climático, la equidad y la transición energética en particular, con el capitalismo y los objetivos financieros. Aunque algunos pueden cuestionar cómo compatibilizar las estrategias ESG con los resultados empresariales, creemos que, si bien no es realista esperar que las cuestiones ESG y la rentabilidad se alineen siempre a corto plazo, eso no significa que los beneficios y la sostenibilidad social y ambiental sean mutuamente excluyentes. Abordar de manera adecuada las cuestiones ESG debería posibilitar la rentabilidad y la sostenibilidad de las empresas a largo plazo.
Creemos que los beneficios, la creación de valor, las estrategias ESG y la sostenibilidad están intrínsecamente conectados. Consideramos que las cuestiones ESG son totalmente compatibles con el capitalismo, pero, como señala el informe, para lograr una armonización de los intereses contrapuestos, es necesario cambiar el enfoque y examinar de cerca las funciones de los accionistas, los votantes, el sector financiero, los responsables políticos y los reguladores.
Añadiríamos a esta lista a los Consejos de Administración y a los gerentes corporativos. Los consejos y los dirigentes deben asumir el papel de gestores y encargarse de preservar, proteger e incrementar el valor a lo largo del tiempo. Es a través de este papel como administradores que los consejos y los líderes definen las estrategias ESG de sus organizaciones, priorizan las necesidades y objetivos particulares de sus empresas, y garantizan que se atiendan las necesidades de las partes interesadas.
“Es a través de su papel como gestores que las juntas y los líderes definen las estrategias ESG de sus organizaciones, priorizan las necesidades y objetivos particulares de sus empresas, y garantizan que se atiendan las necesidades de las partes interesadas.”
Carl Hess | CEO, WTW
Al centrarse en las cuestiones ambientales y que afectan al capital humano, las estrategias ESG desempeñan un papel fundamental en la gestión empresarial. Sin embargo, es necesario que los consejos y los líderes adopten una perspectiva más holística, y prioricen los resultados y la protección (gobernanza) para garantizar la resiliencia, la viabilidad y el crecimiento a largo plazo. Si una empresa no es rentable, no podrá abordar las cuestiones ESG, satisfacer las expectativas de las demás partes interesadas y seguir siendo viable.
Creemos en un modelo de gestión que establezca un nuevo paradigma para que los consejos y los líderes establezcan prioridades, modifiquen y equilibren los intereses contrapuestos, además de medir los progresos. Lo vemos como el medio para desarrollar soluciones en las que ganen todas las partes, a través de la incorporación de cinco elementos en la toma de decisiones:
En definitiva, creemos que las críticas a ESG, a pesar de ser bienvenidas, tienden a hacer demasiado hincapié en los costes a corto plazo, en lugar del valor a largo plazo. Tener una perspectiva más amplia —desde el punto de vista de la gestión— es una oportunidad para crear empresas más responsables, rentables y con visión de futuro que cumplan con su propósito. Instamos a los líderes corporativos y a los Consejos de Administración a que aborden el desafío como medio para hacer realidad ese cambio.
Para más información, rellena el formulario que encontrarás en el margen derecho de este post para descargarte la versión completa del informe Dar un paso atrás para seguir avanzando: Entender la evolución de ESG.