Desde 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce oficialmente como enfermedad el burnout, un trastorno emocional vinculado al trabajo que aparece como consecuencia del estrés laboral crónico. El bienestar mental y emocional de los trabajadores es cada vez más importante para las empresas, que ven cómo la mala salud física y mental influyen en multitud de factores, desde la motivación y la productividad hasta la retención del talento. En el camino para reducir el estrés laboral y mejorar el bienestar de los empleados, el mindfulness en el trabajo juega cada vez un papel más destacado.
Cada año se pierden 12 000 millones de días de trabajo debido a la depresión, la ansiedad y otros problemas de salud mental, según la OMS y la Organización Internacional del Trabajo (ILO). Esto cuesta a la economía mundial casi un billón de dólares anual. Los riesgos para la salud mental en el trabajo van desde cargas o ritmo de trabajo excesivos y horarios demasiado prolongados hasta la falta de control sobre el diseño o la carga del trabajo o el apoyo limitado por parte de los compañeros o los supervisores. De hecho, la propia OMS recomienda la formación de los directivos para que puedan prevenir los entornos laborales estresantes y responder a los trabajadores que sufren estrés laboral.
Los niveles de estrés en el trabajo se dispararon durante el primer año de pandemia de COVID-19. Al fin y al cabo, el estrés es una respuesta natural que se pone en marcha cuando una persona percibe una situación o acontecimiento como amenazante o desbordante de sus recursos, tal como explica el Consejo General de Psicología de España. Aunque tiene factores directos que lo causan, parte del estrés laboral también está relacionada con cómo cada uno percibe las amenazas, y ahí es donde entra en juego el mindfulness o la atención plena.
Bajo el término de mindfulness se agrupan una serie de prácticas enfocadas a potenciar la atención plena y la capacidad de ser consciente de nosotros mismos y de lo que nos rodea. Inspiradas en la filosofía budista, estas prácticas han sido muy estudiadas desde una perspectiva científica en los últimos 20 años. Si bien en algunos casos de uso la evidencia no es sólida, sí se ha demostrado que son técnicas eficaces para aumentar la concentración y potenciar la resiliencia ante situaciones de estrés, tal como explican desde la Universidad de Berkeley, Estados Unidos.
Cerca la mitad de los trabajadores europeos considera que el estrés en el trabajo es un problema común en su entorno laboral, según la Agencia Europea para la Seguridad y Salud Laboral. Entre las causas más frecuentes para sufrirlo, señalan la reorganización en el trabajo, la inseguridad laboral, trabajar muchas horas o tener una carga de trabajo excesiva. Así, para rebajar el nivel de estrés laboral, lo primero es solucionar de raíz los motivos que lo causan.
Pero más allá de ello, el mindfulness puede reforzar el bienestar mental en el trabajo y la capacidad de gestión del estrés, tal como señalan desde el Instituto Europeo de Psicología Positiva. Estos son los principales beneficios del mindfulness en el trabajo:
Los beneficios de la meditación de atención plena no se logran de la noche a la mañana, sino que requieren de una práctica constante enfocada a incorporar el mindfulness en nuestra rutina. Desde el punto de vista de los departamentos de gestión de talento y de bienestar, existen multitud de acciones para potenciar la práctica de la meditación en el entorno laboral. Estas son algunas de ellas:
La decisión de practicar la atención plena es personal y, al final, debe ser cada trabajador el que haga el esfuerzo de incorporarla a su rutina diaria. Para empezar, tal como señalan desde la plataforma de mindfulness Headspace, basta con poner en práctica una serie de técnicas sencillas, pero muy útiles para reducir los niveles de estrés y potenciar la concentración.
Practicar mindfulness en el trabajo es un camino de largo recorrido para el que existen multitud de herramientas y técnicas. Sus beneficios en el bienestar mental de los empleados y en la reducción son evidentes y contribuyen de forma clara a mejorar la capacidad de atención, la motivación, la productividad y la felicidad de los trabajadores.