Basta hacer un clic para que en pocos días un producto dé la vuelta al mundo para aterrizar en la puerta de casa. El comercio nunca fue tan sencillo desde el punto de vista del consumidor. Sin embargo, la cadena logística que hace todo ello posible es cada vez más compleja y se enfrenta a desafíos como la falta de transparencia y visibilidad o los problemas de comunicación entre sus eslabones que la vuelven ineficiente. Como solución, en los últimos años un concepto ha emergido con fuerza: blockchain en logística.
Las complejidades de la cadena logística no afectan, ni mucho menos, solo al ecommerce. Todas las cadenas de suministros de las grandes industrias, desde la automoción y sus componentes, hasta la farmacéutica que tantos desafíos experimentó durante los primeros meses de distribución de las vacunas, se enfrentan a los mismos retos relacionados con la falta de comunicación y de visibilidad de extremo a extremo. La complejidad creciente dificulta la trazabilidad de los productos, mina la confianza entre las partes o ralentiza la distribución. En otras palabras, vuelve ineficiente a la cadena logística.
Tal como la define IBM, la tecnología blockchain o de cadena de bloques es una especie de gran libro de registro compartido e inmutable que facilita el seguimiento de las transacciones y los activos a través de una red comercial. Estos activos pueden ser tangibles (de una pieza de automóvil a un producto alimentario) o intangibles (como patentes o derechos). Gracias a esta tecnología nacida del entorno de las criptomonedas, todo es susceptible de ser rastreado a través de una cadena de bloques, reduciendo riesgos y costes y aumentando la visibilidad y la transparencia.
Toda cadena de bloques tiene tres elementos fundamentales: un libro de contabilidad distribuido donde se registran todas las transacciones y que no se puede cambiar, los registros inmutables que quedan escritos en ese libro y los contratos inteligentes, un conjunto de reglas que rigen las transacciones y que se ejecutan de forma automática. Así, cada transacción cumple las reglas y queda registrada en blockchain para que los usuarios de la cadena puedan consultar la información y tengan una visión global y, a la vez, detallada de todo el proceso.
Así, blockchain en logística es la aplicación de la tecnología de cadena de bloques para documentar todos los cambios que se producen en la cadena logística en tiempo real. Con esta información en la mano, las organizaciones pueden desde optimizar rutas a eliminar pasos innecesarios en la distribución, reducir los riesgos asociados a la falta de transparencia y evitar fraudes y robos, aumentando la seguridad en la cadena de suministro, entre otras cosas.
La tecnología blockchain no es una recién llegada al terreno de la logística. Durante los últimos años, su uso se ha ido incrementando en todas las empresas que forman parte de la cadena. Estas son algunas de las aplicaciones más destacadas de blockchain en la logística.
El uso de la tecnología de cadena de bloques en logística tiene muchas ventajas para las empresas, pero hay tres que destacan por encima de todas ya que engloban muchos de los beneficios del blockchain.
La tecnología blockchain ha llegado a la logística para quedarse. Todavía tiene mucho camino por recorrer, pero hasta ahora se ha revelado como una herramienta muy útil para reducir las complejidades de la cadena de distribución a nivel global y aumentar su eficiencia, así como reforzar la transparencia y la trazabilidad de los productos y de la propia cadena.