Cuando se abandona el mercado laboral, ya sea por jubilación o por algún tipo de incapacidad, todo aquel que haya cotizado a la Seguridad Social durante un mínimo de tiempo empezará a recibir una pensión pública. La cuantía de esta pensión, sin embargo, no será siempre igual: variará en función de cuánto haya contribuido el trabajador al sistema. Para hacer el cálculo, la Seguridad Social parte de un baremo llamado base reguladora que viene determinado a partir de las bases de cotización del beneficiario. Saber cómo se calcula es clave para conocer cómo funcionan las pensiones en España.
Para entender qué es y cómo se calcula la base reguladora, el primer paso es entender el concepto de base de cotización. Esta es el sueldo de un empleado por cuenta ajena (con carácter bruto y con las pagas extra prorrateadas) o la remuneración de referencia que elige un trabajador por cuenta propia o autónomo. Sobre esta cuantía se calculan las cuotas correspondientes de la Seguridad Social, cuotas que los autónomos abonan directamente y que los empleados por cuenta ajena pagan a través de su empresa.
Como hemos visto, la base reguladora es un baremo de referencia que utiliza la Seguridad Social para calcular la cuantía final de la pensión. Este viene determinado a través de las bases de cotización del trabajador que se jubila durante un periodo de tiempo establecido (más abajo veremos cuánto). A su vez, una vez conocida la base reguladora, la cuantía final de la pensión consistirá en un porcentaje de esta. Por esta razón, es importante saber cómo se calcula la base reguladora.
Es importante resaltar que, aunque la base reguladora sea un concepto utilizado para calcular todo tipo de pensiones, la fórmula de cálculo es diferente en cada caso. Tal como te contamos aquí, la Seguridad Social dispone ahora de una herramienta digital y gratuita con la que cada trabajador puede completar el cálculo de forma individual. El servicio está disponible en este enlace y sin necesidad de completar un proceso de identificación previa.
Tal como acabamos de ver, conocer la base reguladora es clave para calcular el importe final de la pensión de jubilación. A partir de ahora, el cálculo de la base reguladora podrá hacerse de forma individual y digital mediante la herramienta de autocálculo que ha habilitado la sede electrónica Seguridad Social. El servicio está disponible en este enlace y no requiere de identificación previa.
Aunque todo el mundo puede utilizarla sin grandes dificultades, la herramienta está dirigida en particular a profesionales como gestores administrativos, conocedores del régimen jurídico de la jubilación, que necesitan una herramienta con la que asesorar a sus clientes de forma precisa de cara a su jubilación. La Seguridad Social recomienda al resto de usuarios que sigan utilizando el Simulador de Jubilación disponible en el portal Tu Seguridad Social y cuyo funcionamiento es todavía más intuitivo.
Para utilizar la herramienta de autocálculo aproximado de la base reguladora de la pensión no es necesario identificarse electrónicamente (es decir, funciona sin Cl@ve ni certificado), pero sí hace falte tener a mano los siguientes datos:
Una vez introducida la información, el programa determinará el período de cálculo, comprobará que las bases de cotización no excedan la cuantía máxima ni la mínima y calculará la base reguladora aproximada de la pensión. Al tratarse de una herramienta que no funciona con la información oficial de la base de datos de la Seguridad Social, cabe resaltar que el resultado solo es informativo y no genera derechos ni obligaciones.
En definitiva, la nueva herramienta de la Seguridad Social para el autocálculo de la base reguladora de la pensión de jubilación permite hacer una estimación precisa, aunque con interés meramente informativo, de la base reguladora sobre la que se calculará la cuantía final de la prestación en el futuro.
Desde el año pasado, la base reguladora para la pensión de jubilación se calcula como el resultado de dividir por 350 las bases de cotización del beneficiario de la pensión durante los 300 meses (25 años) inmediatamente anteriores al del mes previo al de la jubilación. Estos periodos de cálculo han ido aumentando progresivamente desde el año 2013 con el objetivo de reducir la cuantía de la base reguladora y contribuir a la sostenibilidad económica del sistema público de pensiones.
Esta es la base de la que se parte, pero no es todo. ¿Qué pasa con quien ha cotizado durante un tiempo inferior a los 25 años? ¿O cómo se tienen en cuenta las bases de cotización antiguas, generadas en un contexto económico y laboral muy diferente al actual?
Es probable que, durante los 25 años anteriores al mes en que un trabajador se jubila, hayan existido periodos sin cotización. Estos se conocen como lagunas de cotización y en este artículo te explicamos en detalle qué son y cómo se regularizan a efectos de cálculo de la pensión de jubilación. Y es que estas lagunas no se pueden eliminar, pero sí existen mecanismos para compensar su efecto en la cuantía final de la pensión.
Si la obligación de cotizar solo existe durante una parte del mes, se aplicará la misma fórmula para la parte del mes en que no exista obligación de cotizar. Además, no se aplica la integración de lagunas para los trabajadores incluidos en el sistema especial para empleados de hogar ni para aquellos en el sistema especial para trabajadores por cuenta ajena agrarios.
Cuando comparamos el poder adquisitivo actual con el de nuestros padres o el de nuestros abuelos hace 30 años, rápidamente salta a la vista cómo ha cambiado el contexto económico, cuánto han subido los salarios y cómo, también, se ha disparado el coste de la vida. Para compensar los desajustes entre las bases de cotización registradas al principio de la vida laboral y las últimas, la normativa de cálculo de la base reguladora cuenta con un mecanismo específico.
Así, según especifica la web de la Seguridad Social, en los 24 meses (dos años) anteriores al mes previo al de la jubilación, las bases de cotización se toman por su valor nominal. Sin embargo, las restantes bases de cotización se actualizarán en función de cómo haya cambiado el Índice de Precios al Consumo (IPC) desde el mes al que correspondan y hasta los dos años anteriores a la jubilación.
A lo largo de una vida laboral se pueden dar muchas situaciones diferentes, cambios entre regímenes de cotización, periodos de contratos de tiempo parcial con otros de tiempo completo y, también, situaciones de pluriempleo y pluriactividad. En el primer caso, las bases por las que se haya cotizado en las diversas empresas se computarán en su totalidad, pero su suma no podrá en ningún caso superar el límite máximo de cotización vigente en cada momento.
En el caso de pluriactividad, cuando se acrediten cotizaciones a varios regímenes de la Seguridad Social y no se cause derecho a pensión en uno de ellos, las bases de cotización acreditadas de este último podrán sumarse a las del régimen en que se tenga derecho a la pensión. Como en el caso anterior, la suma de las bases no podrá exceder el límite máximo de cotización vigente en cada momento.
Conocer la base reguladora es solo el primer paso para calcular la cuantía final de la pensión de jubilación. Desde este año y hasta 2026, será necesario haber cotizado 36 años y 6 meses como mínimo para tener derecho a percibir el 100 % de la base reguladora de la pensión. Si no se alcanza ese mínimo, los derechos de acceso a la pensión quedan así:
Te contamos todos los detalles en este artículo en profundidad sobre los cambios en la pensión de jubilación durante 2023.
