Tras más de dos años de vaivenes marcados por la volatilidad económica, el objetivo de la mayoría de empresas para 2023 es lograr la ansiada estabilidad. En este camino, los profesionales de la gestión del talento y, en particular, los directores de recursos humanos o chief human resources officers (CHRO) jugarán un papel fundamental. ¿Cuáles son las tendencias que darán forma a su trabajo durante lo que resta de año? Así lo ven los miembros del WTW CHRO Thinking Ahead Group (TAG HR), un foro para directores de recursos humanos con visión de futuro.
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A pesar de que en los últimos meses de 2022 y este primer trimestre de 2023 la inflación ha dado señales de moderación, los directivos y ejecutivos de las empresas siguen muy preocupados por el alza de los precios, así como por los riesgos de recesión. El papel de los directores de recursos humanos será reforzar la idea de que apoyar el bienestar de los trabajadores y reforzar su salud y su resiliencia sirve también para construir organizaciones saludables y resilientes, preparadas para crecer, pero también para navegar una posible recesión.
Esto supone que, en 2023, los CHRO se centrarán en buscar el equilibrio entre las demandas de los accionistas con la gestión de salarios y la reducción de costes y, al mismo tiempo, atraer y retener el mejor talento, abordar la brecha de habilidades y evitar despidos. A su vez, deben buscar satisfacer las necesidades de bienestar físico, emocional, financiero y social de los empleados, para que así estos puedan lidiar con un contexto laboral y profesional lleno de desafíos.
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De acuerdo con el Thinking Ahead Group (TAG) de WTW, los directores de recursos humanos están cada vez más implicados en la gestión de riesgos a nivel de junta directiva. Su participación en este tema continuará en un 2023 que estará marcado por las tensiones geopolíticas, la volatilidad económica, la salud y el bienestar de la población, el cambio climático, las interrupciones de la cadena de suministro, la escasez de talento y los ciberriesgos. Estos riesgos afectan tanto a la empresa como a los empleados, por lo que los CHRO deberán trabajar codo con codo con los gestores de riesgo para conectar los desafíos del talento con la estrategia de riesgos de la empresa.
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Aunque es difícil generalizar, la falta de talento especializado, sobre todo para determinadas habilidades y roles, no desaparecerá en el corto ni en el medio plazo. Los expertos en recursos humanos del TAG consideran que tendencias como la gran renuncia no son eventos aislados a corto plazo, sino más bien una señal de que la escasez de talento podría durar todavía varios años. En 2023, los directores de recursos humanos deberán centrarse en proporcionar formas de adquirir nuevas capacidades y habilidades y crear lugares de trabajo atractivos para atraer y retener el talento que la organización necesita.
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El bajo compromiso de los empleados y la reducción del esfuerzo que resulta en un mayor presentismo seguirá siendo un problema para la gestión de recursos humanos en 2023. Mientras la escasez de talento, la incertidumbre económica y geopolítica o la reducción del poder adquisitivo de los trabajadores se mantenga, los directores de recursos humanos deberán enfocarse en crear experiencias más atractivas para los empleados y reforzar el cuidado del bienestar emocional de la plantilla.
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Durante 2023, los directores de recursos humanos deberán seguir impulsando la normalización de los nuevos modelos de trabajo híbridos y en remoto, dado que los empleados valoran cada vez más flexibilidad y las opciones de conciliación del teletrabajo, al tiempo que siguen disfrutando de los beneficios de trabajar de forma presencial e interaccionar con el resto de la plantilla. Así, los CHRO deberán reimaginar estos nuevos modelos de trabajo buscando darle a los empelados lo que quieren y atender a las necesidades de la empresa en un contexto de escasez de talento.
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De acuerdo con los CHRO que participan en el grupo de WTW, será necesario seguir transformando las políticas y estrategias de compensaciones para integrar los programas de flexibilidad y bienestar, las nuevas formas de trabajar, las oportunidades de recapacitación y las acciones de diversidad, igualdad e inclusión. Muchas de estas acciones están dejando de suponer una opción para diferenciarse de la competencia y se han convertido en una obligación en el contexto actual.
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Además de transformar los salarios, las compensaciones y los beneficios, los directores de recursos humanos deben centrarse en que la cultura corporativa y los programas de experiencia del empleado reflejen lo que sus trabajadores necesitan y valoran. Las razones que llevan a los empleados a sentirse parte de una empresa y a no cambiar de trabajo son muy variadas e incluyen, entre otros aspectos, el propósito, la relación con los compañeros de trabajo, la flexibilidad y las opciones de crecimiento profesional.
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Las acciones de sostenibilidad ambiental y social y las buenas prácticas de gobernanza son cada vez más necesarias y valoradas. Durante 2023, los directores de recursos humanos deberán prestar atención a que sus estrategias de talento creen valor a través de la lucha contra el cambio climático y la protección del medioambiente, el bienestar social y el buen gobierno. La conexión entre responsabilidad social y estrategia comercial será cada vez más estrecha.
Sea cual sea la evolución económica durante 2023, al margen de que entremos en recesión o logremos estabilizar la inflación, los expertos del Thinking Ahead Group (TAG) de recursos humanos de WTW creen que centrarse en las personas y el talento al tiempo que se mitigan los riesgos seguirá siendo una ventaja competitiva importante.