A la hora de contratar una póliza de seguros hay un objetivo que prima por encima del resto: conseguir las coberturas que necesitamos al mejor precio posible. Esta meta, que sobre el papel podría parecer sencilla, se puede llegar a complicar mucho y será más o menos fácil de conseguir en función del interlocutor a través del cual negociemos la póliza. Por eso es importante tener claras las diferencias entre un bróker y un agente de seguros.
Una aseguradora o una compañía de seguros es, a grandes rasgos y tal como la define la Real Academia Española (RAE), una compañía que asegura a una persona o a una empresa de las consecuencias de un riesgo. Lo hace mediante un tipo de producto concreto que se conoce como seguro. Teniendo esto en cuenta, un agente de seguros es la persona que trabaja en representación de una o varias de estas compañías. Es decir, su trabajo es distribuir y vender los productos de las aseguradoras: las pólizas.
Como normal general, los agentes de seguros se caracterizan por tener un contrato con las compañías aseguradoras que representan. En este se especifican aspectos como qué tipos de pólizas puede vender y a qué precios y con qué comisiones. Además, los agentes pueden trabajar para una sola compañía (los denominados agentes exclusivos) o para varias compañías (los denominados agentes vinculados).
Al igual que los agentes de seguros, los brokers son profesionales expertos de la industria aseguradora. Pero esa es prácticamente la única similitud que tienen ambos perfiles. Un broker de seguros es una persona o empresa que representa a los clientes en su búsqueda de la póliza que mejor se adapte a sus necesidades y su perfil de riesgos. Los brokers analizan y distribuyen pólizas de varias aseguradoras diferentes, pero se deben inspirar, en su actividad profesional, al interés del cliente final.
Un broker de seguros trabaja con sus clientes, a lo largo de todo el proceso, con el objetivo de construir el mejor plan de seguros posible. Los también llamados corredores de seguros acompañan a los clientes en tareas como el análisis de riesgos, la identificación de las exposiciones o la elaboración del programa de seguros. Además, existen diferentes tipos de brokers en función de las características del cliente y el nivel de especialización necesario.
Una vez claras las definiciones de broker y agente de seguros, podemos profundizar en qué distingue a cada perfil profesional. Estas son las principales diferencias:
En definitiva, tanto brokers como agentes de seguros son profesionales del sector que pueden resultar útiles a la hora de contratar un seguro. Normalmente, los brokers son de mayor utilidad para empresas con necesidades y riesgos complejos, ya que realizan una investigación y análisis de mercado. Los productos que las agencias de seguro distribuyen son más idóneos para riesgos en masa y estandarizados.