Tras varios años de subidas continuas de tasas y primas, la situación del mercado asegurador sigue estabilizándose, tal como se ha venido experimentando desde 2022. Seguimos en un momento de mercado duro, pero con la mayoría de las líneas de seguros comerciales tendiendo hacia la estabilidad. El contexto, marcado por el aumento de la competencia, el crecimiento en la mayoría de los mercados y la entrada de nuevos actores en el mercado, ha frenado en líneas generales la subidas de las tasas y el endurecimiento de los términos y condiciones en la mayoría de ramos.
Sin embargo, en España, como en buena parte del mundo, seguimos viendo un mercado con dos niveles muy diferenciados: uno en el que la mejora de las condiciones para los clientes es ya evidente y otro en el que se agrupan los riegos menos atractivos, que sigue experimentando un contexto de mercado muy duro y en el que no se espera una mejoría significativa a medio plazo.
Estas son algunas de las conclusiones del informe sobre el mercado asegurador que WTW lleva a cabo con carácter semestral, un informe que también refleja un ligero cambio de tendencia en la capacidad de aseguramiento de las empresas. Este es el estado actual del mercado de los seguros (y qué podemos esperar para la segunda mitad del año), resumido en seis claves.
En los últimos años, se han registrado subidas de tasas en casi todas las líneas de negocio. En casos como los seguros de responsabilidad civil e instituciones financieras llegaron a superar el 30 % y en los de ciberriesgos incluso se duplicaron. La subida, sin embargo, ha empezado a moderarse en el primer semestre de este año y se prevé que la tendencia se mantenga a lo largo del segundo. Así, seguiremos experimentando renovaciones planas, acuerdos a largo plazo (LTA, por sus siglas en inglés) y puede que ligeros descuentos en líneas como D&O (siglas en inglés de directores y administradores) y responsabilidad medioambiental.
Las coberturas que ofrece el mercado continúan adaptándose a los nuevos riesgos surgidos en los últimos años, como los derivados de la situación social, política y económica actual, la inflación, las tensiones en las cadenas de suministro mundial y el aumento de los ciberataques. Siguen incorporándose exclusiones como la de enfermedades infecciosas a los seguros de daños, responsabilidad civil y D&O, la de sylent cyber en las pólizas de ciberriesgos o las exclusiones por guerra y sanciones en relación con el conflicto de Ucrania. El cambio climático, que en los últimos años está causando daños catastróficos, empieza también a influir en las valoraciones de este tipo de riesgos.
Los incrementos más pronunciados de tasas y el mayor endurecimiento de las condiciones lo seguirán sufriendo los clientes de actividades y sectores tipificados como industrias agravadas. Es decir, el reciclaje y la manipulación de residuos, la industria pesada, la alimentación y las bebidas, el papel y el cartón o la industria química, entre otras. En estos sectores, las medidas de seguridad, el tipo de construcciones, las reformas realizadas y las medidas de prevención de riesgos juegan un papel fundamental a la hora de conseguir las mejores ofertas del mercado.
Los objetivos en materia de ESG (siglas en inglés de medioambiente, sociedad y gobierno corporativo) siguen captando la atención del sector asegurador. Los riesgos en esta área se encuentran ya en un nivel medio, con perspectivas de que aumenten en los próximos meses, según el último informe de la Autoridad Europea de Seguros y Pensiones de Jubilación (EIOPA). Es pronto para predecir cómo afectarán estos criterios en las políticas de suscripción, pero sin duda serán un factor determinante en un futuro próximo. Su impacto dependerá de las medidas y los planes de transición que los clientes presenten y del nivel de cumplimiento de dichos compromisos.
De cara a las renovaciones del segundo semestre del año, nos seguiremos moviendo en un contexto de mercado de dos niveles. “Disminuirá de manera notoria la presión para los riesgos que obtengan una mejor calificación en su calidad de riesgo y que sean capaces de demostrar una gerencia de riesgos activa en materia de protección y prevención, adecuándose a las exigencias técnicas exigidas por los mercados aseguradores”, señala Javier Giménez, Director de Broking y Mercados en WTW España. “Sin embargo, seguirá siendo muy complejo completar la capacidad para riesgos menos atractivos y, especialmente, para las actividades tipificadas como agravadas”.
A pesar de las condiciones generales del mercado asegurador, seguirá siendo clave posicionarse de la forma más atractiva posible para conseguir mejores ofertas. De acuerdo con los expertos de WTW, es importante tener en cuenta estos aspectos:
“En definitiva, la calidad del riesgo sigue siendo el principal factor para encontrar alternativas y conseguir ofertas más competitivas en un contexto en el que, ciertas empresas, se siguen viendo obligadas a incrementar la retención de parte del riesgo al que se exponen y acometer mejoras importantes en sus instalaciones y sistemas de prevención de riesgos para poder conseguir opciones de aseguramiento estables y consistentes”, concluye Javier Giménez.