Las pymes son una pieza central del tejido económico español y europeo. Según los últimos datos del ministerio de Industria, Comercio y Turismo, solo en España hay más de 2,9 millones de empresas pequeñas y medianas (de las que cerca de 1,33 millones son pymes con asalariados). Dada su importancia, y a pesar de su tamaño, los directivos y los administradores de estas empresas se enfrentan a riesgos cada vez más importantes, muy similares a los de las grandes compañías.
Las responsabilidades de los altos cargos de las empresas están en evolución y van más allá de las tareas estrictamente económicas y profesionales, expandiéndose a campos como el medioambiente, la igualdad de género o la protección de los trabajadores. De hecho, las negligencias de directivos y administradores de pymes en el ejercicio de su actividad son un riesgo cada vez mayor que puede implicar problemas legales, sanciones y reclamaciones, poniendo en juego la viabilidad de la empresa y el patrimonio de los afectados.
Sin embargo, muchos directivos y administradores de pymes aún no son conscientes de todos estos riesgos y, como consecuencia, la gran mayoría de las pequeñas y medianas españolas no tiene contratado un seguro para protegerlos. En este escenario de complejidad creciente, ¿cuáles son los siniestros de directivos y administradores (D&O, por sus siglas en inglés) más habituales en España?
Ser directivo o administrador de una pyme se ha convertido en una profesión de riesgo. Una demanda por un comportamiento negligente, las reclamaciones derivadas de un procedimiento concursal o la obligación de responder con el patrimonio personal a algún requerimiento de la Agencia Tributaria que la empresa no pueda afrontar son situaciones mucho más habituales de lo que se cree.
Para protegerse de estos y otros riesgos derivados de la actividad de los directivos y los administradores, el mercado asegurador cuenta con las pólizas D&O que cubren los gastos legales y de defensa, fianzas, los daños reputacionales y de imagen y las posibles indemnizaciones. ¿Qué tipo de reclamaciones con un riesgo real y cada vez mayor puede recibir un manager de una empresa? A continuación, recogemos algunos ejemplos para visualizar diferentes exposiciones de una profesión de riesgo.
Una reclamación a la que se enfrentan los administradores de las pymes españolas de forma relativamente habitual son las querellas presentadas por un socio minoritario de la empresa contra los administradores de la sociedad por un presunto delito de apropiación indebida (uso de bienes y dinero de la sociedad para fines personales) y de administración desleal. En estos casos, el seguro D&O sirve, entre otras cosas, para cubrir los gastos de la defensa jurídica.
Las reclamaciones por una acción social de responsabilidad también son casos de cierta frecuencia cuando analizamos la tipología de reclamaciones que pueden recibir los administradores de una pyme. Uno de los principales motivos es que muchas pymes son empresas familiares y precisamente por esa relación surgen muchos conflictos que acaban en una acción social interpuesta por un miembro de la familia contra otro o contra el resto. Son seguramente los casos de más riesgo para una pyme familiar y que pueden convertir un negocio exitoso de varias generaciones en un campo de batalla legal que en ocasiones tarda años en pacificarse.
Los problemas con los empleados son otra fuente habitual de riesgo para los directivos y los administradores de las pymes. En estos casos, se puede producir una demanda laboral por motivos como por ejemplo la vulneración de los derechos fundamentales de los trabajadores.
Un retraso de un solo día en la presentación de la liquidación del impuesto de sociedades ante la Agencia Tributaria deriva en el inicio de un procedimiento sancionador contra la empresa. En un caso como este, en función de cuál sea la sentencia en los tribunales, puede darse pie a una reclamación de los socios de la empresa contra el administrador de la sociedad que cometió el error.
La globalización de la economía ha hecho posible que cada vez más empresas, incluyendo las de menor tamaño, tengan actividad en el extranjero. Si esta se lleva a cabo a través de una alianza con empresas de otros países (como, por ejemplo, con una unión temporal de empresas o UTE) lo que haga cualquiera de las partes puede derivar en daños para los administradores y directivos de las otras compañías. Así, delitos como la apropiación indebida o la coacción pueden acabar en la presentación de una querella criminal por parte de los socios de la empresa.
El último de los siniestros más habituales para los D&O de las pymes españolas deriva de las situaciones en las que la empresa entra en un proceso de concurso de acreedores. Es habitual que en estos casos la administración concursal amenace a directivos y/o administradores con hacerles responsables de las deudas concursales de la compañía y, por lo tanto, tengan que responder a ellas con el patrimonio personal.
Sea cual sea la situación a la que se enfrentan los D&O de las empresas (y sea cual sea el tamaño de estas), las pólizas diseñadas específicamente para los riesgos de directivos y administradores son la mejor herramienta para minimizar daños, mantener la viabilidad de la empresa y proteger el patrimonio y la imagen de los roles de mayor responsabilidad en la pyme.