La inflación generalizada, la inestabilidad de los precios de las materias primas y los obstáculos en las cadenas de suministro marcan el contexto actual del sector de la energía, en el que el mercado asegurador tiene un impacto clave para la transición energética. En el informe The price paradox: decoding energy markets in a dynamic landscape de WTW analizamos el estado actual de los mercados globales de los sectores upstream y downstream.
En este contenido hablaremos de upstream y downstream. Sin embargo, cuando hablamos de upstream, nos referimos a la exploración y la producción de combustibles fósiles, que ha experimentado un incremento de las inversiones, un aumento de la capacidad y una subida de costes en el último año. Las tendencias para 2024 de los seguros de este sector, según las conclusiones extraídas del informe de WTW, pueden resumirse en 8 grandes claves:
Los precios del petróleo durante el último año, estables alrededor de los 80 o 90 dólares por barril, así como las estrategias renovadas de algunos países para reforzar la seguridad energética (en algunos casos ha conllevado una relajación en los requisitos de sostenibilidad), han motivado el aumento de la inversión en nuevos proyectos de exploración y extracción de petróleo y gas. Esto ha tenido a su vez una consecuencia directa en el coste de las pólizas, que en líneas generales no ha dejado de aumentar en el último año.
Este aumento de la actividad no se reparte en todas las regiones por igual. En Estados Unidos, las perforaciones en tierra firme y en aguas profundas del golfo de México han crecido, mientras que en las aguas poco profundas del golfo la actividad ha sido menor. En Reino Unido, por otro lado, se ha producido una importante desaceleración en la inversión de las empresas, sea cual sea su tamaño, debido en gran parte a los elevados impuestos que se han establecido a los beneficios.
El repunte de la actividad en el sector hace que la mayoría de las aseguradoras ya haya cerrado buena parte de su presupuesto y no tenga presión por ganar nuevos negocios. Sin embargo, la gran cantidad de nuevos proyectos de construcción podría desequilibrar las carteras de suscripción, sobre todo, de cara al próximo año, si la actividad empieza a disminuir. Cuando se produjo esta situación en el pasado, las aseguradoras se centraron en tratar de aumentar sus líneas de negocio, lo que provocó un aumento de la competencia y un debilitamiento importante de las tarifas operativas.
Para la mayoría de riesgos que los mercados quieren suscribir, la capacidad aseguradora sigue siendo buena. Algunas compañías de seguros incluso han aumentado sus líneas de negocio y lo seguirán haciendo en los primeros meses de 2024. De nuevo, este aumento de la capacidad no se ha producido en todos los mercados por igual. Mientras ha crecido la protección de los grandes activos en el mar del Norte, las coberturas frente a huracanes en el golfo de México se han limitado. A lo largo de 2023, las aseguradoras chinas también redujeron sus negocios internacionales y optaron por una visión más estricta a la hora de escoger a quién aseguran.
Mientras 2022 fue un año en general rentable para la mayoría de suscriptores en el sector de la exploración y la producción, el panorama respecto a 2023 es más incierto. De acuerdo con los datos de WTW, se produjeron varios incidentes importantes en América Latina y en el golfo de México que generaron pérdidas destacadas. Aun así, la mayoría de los suscriptores upstream todavía tiene carteras rentables y no es probable que busque deshacerse de ellas durante 2024.
Mientras que otros mercados están endureciendo sus condiciones y ajustando las tarifas en respuesta a la inflación, la mayoría de las aseguradoras upstream no parece haber tomado medidas estrictas al respecto. A pesar de que las empresas suelen incluir el aumento de valor de sus activos en la revisión de sus portafolios, se corre el riesgo de terminar con una cartera infravalorada y de que las aseguradoras tengan que tomar medidas para corregir la situación de infraseguro.
El endurecimiento de las condiciones de renovación marcado por los reaseguradores ha seguido afectando a las aseguradoras durante todo el año, aunque acabó por no ser tan elevado como se preveía. De cara a la negociación de las renovaciones para 2024, es probable que se modifiquen las condiciones de calificación de riesgos en algunas líneas y que no se aumenten los niveles de retención, lo que resultará en que las aseguradoras directas retengan mayores pérdidas.
Cada vez más aseguradoras del sector upstream apuestan por diversificar sus carteras incluyendo proyectos de energías renovables offshore para apoyar a sus clientes en la transición energética y aprovechar el volumen de primas generado por este sector. Esta diversificación permite a las aseguradoras mantener sus expectativas de calificación en el largo plazo, ya que tendrán el beneficio de la prima de energías renovables para compensar cualquier negocio que pierdan debido a una calificación de riesgos inadecuada. Aun así, queda por ver si los mercados upstream logran sus objetivos.
A principios de 2023, las aseguradoras pronosticaban de manera generalizada un aumento de los niveles de primas del 10% para poder hacer frente al incremento de los costes de reaseguro. Sin embargo, ese aumento no se ha producido y tampoco hay señales de que las condiciones se vayan a endurecer en 2024. Esto, no obstante, no se cumple para las llamadas industrias agravadas, que sí han experimentado precios al alza de forma más significativa. Por otro lado, los clientes que pueden demostrar buenas perspectivas de crecimiento se están encontrando condiciones más favorables.
En base a estas claves, el informe de WTW anticipa que, dentro del sector de la construcción de infraestructuras de extracción, el mercado seguirá siendo selectivo con los riesgos en 2024. En cuanto al negocio operativo, es probable que se produzcan aumentos en la capacidad aseguradora, por lo que los precios podrían suavizarse todavía más, y que las aseguradoras busquen formas rentables de establecer nuevas líneas de negocio o abrirse a nuevos mercados.
En líneas generales, el informe concluye que las perspectivas del mercado del sector upstream son positivas. Aunque el enfoque de las aseguradoras varía según el subsector, las compañías de seguros están teniendo en cuenta las diferencias de tamaño, naturaleza de las actividades, ubicación, historial de pérdidas o longevidad en el mercado de los clientes, por lo que sigue siendo fundamental interactuar desde el principio con las aseguradoras y su broker para garantizar la mejor colocación de riesgos posible.
Una vez definido el concepto de upstream, nos adentramos en el sector de downstream. Nos referimos a downstream cuando hablamos del sector de las industrias del refino y el procesamiento del petróleo y el gas, cuyas pérdidas en los últimos años siguen influyendo en el presente. No obstante, las señales son positivas y anticipan una estabilización del mercado para 2024, tal y como se refleja en el informe de WTW. ¿Cuáles son las 7 claves para los seguros del sector downstream según nuestros analistas?
El sector downstream experimentó pérdidas importantes en 2021 y 2022, un impacto que sufrió también la industria aseguradora. Durante 2023, las consecuencias de dichas pérdidas siguieron acumulándose, ya que las peritaciones no siempre pudieron realizarse correctamente en primera instancia. A día de hoy, el sector sigue experimentando retrasos importantes en la cuantificación de las pérdidas.
Por eso, todo apunta a que, cuando lleguen los datos definitivos del mercado, 2023 se confirmará de nuevo como un año rentable para el sector downstream, lo que creará un entorno de precios favorable a corto plazo.
La capacidad de los mercados se mantuvo estable a lo largo de 2023, registrando incluso ligeros aumentos gracias a las aseguradoras más recientes. De cara a 2024, la entrada de nuevos mercados, la presión de algunas de las aseguradoras consolidadas y los resultados del 2023 hacen prever un aumento de la capacidad durante las renovaciones de los contratos.
Aun así, este aumento no se registrará de la misma manera en todo el mundo. El mercado de Oriente Medio sigue demostrando mucha solidez y se verá reforzado por la buena salud de los sectores downstream y upstream. En Europa, por otro lado, muchas aseguradoras están posicionándose alrededor de sus políticas de sostenibilidad ambiental y social y buen gobierno (ESG, por sus siglas en inglés), lo que podría afectar a medio plazo a esta capacidad en el sector downstream.
La industria aseguradora sigue prestando mucha atención a las interrupciones del negocio y trabajando para reducir los factores de volatilidad e incertidumbre. Entre otras cosas, las empresas de seguros están facilitando estrategias de actuación ante posibles escenarios de interrupción del negocio, aunque muchas de las organizaciones siguen siendo reacias a ponerlas en práctica.
Otra tendencia clara registrada en 2023 fue el aumento de las exclusiones por huelgas, disturbios y conmoción civil. Durante el último año, las aseguradoras fueron muy selectivas a la hora de ofrecer este tipo de coberturas y todo apunta a que lo seguirán siendo durante 2024. Además, se observa una preocupación creciente alrededor de la inestabilidad en Oriente Medio, una región que concentra una parte importante de los activos globales del sector downstream.
Cada vez más empresas recurren a empresas independientes para verificar el valor de sus activos, una decisión que ha sido muy bien recibida por el mercado asegurador. En algunos casos, sin embargo, los resultados les han sorprendido, ya que han visto cómo la valoración de sus activos se ha traducido en el aumento de las primas.
Aunque la tendencia de endurecimiento del mercado asegurador se ha estabilizado, esto no se ha producido por igual en todos los riesgos ni mercados. De acuerdo con el análisis del informe de WTW, cada riesgo se está valorando por separado y los precios varían en función de la región y de la exposición.
Los clientes con riesgos bien definidos y pocas pérdidas están experimentando renovaciones a la baja, mientras que los clientes que acumulan más reclamaciones y tienen una estrategia de riesgos menos clara, probablemente seguirán sufriendo un aumento en las tarifas.
Los precios de las pólizas frente a catástrofes naturales se han llegado a triplicar en algunas zonas durante los últimos dos años. La acumulación de riesgos e incidentes en algunas regiones ha provocado un aumento en la calificación. Además, el cambio climático está causando eventos extremos de potencial catastrófico en lugares del mundo en los que hasta ahora no se registraban y los mercados están preocupados por cómo estas incidencias y esta incertidumbre pueden afectar a sus carteras en el futuro. En este sentido, es muy importante valorar con precisión los riesgos para que éstas puedan ofrecer productos adecuados.
A pesar de los desafíos, es probable que las aseguradoras de este sector acaben arrojando un buen resultado. De cara a 2024, los analistas de WTW anticipan un aumento de contratos a largo plazo con los mejores clientes y una tendencia a la estabilización, e incluso a la reducción de precios. En general, todas las señales indican un cambio en el ciclo del mercado tras años de endurecimiento que favorecerá a los compradores.
A continuación, hablaremos sobre las desigualdades entre los sectores de upstream y downstream.
La principal diferencia entre los sectores upstream y downstream del petróleo es que el primero se refiere a la exploración y la producción y, el segundo, a su refino y procesamiento.
La industria del petróleo es una de las más relevantes de la economía global por la amplia variedad de sectores a los que afecta. Su análisis, por tanto, puede darnos una idea de hacia dónde se dirige la economía. Teniendo esto en cuenta, el informe The price paradox: decoding energy markets in a dynamic landscape nos aporta una visión optimista en cuanto a los sectores de upstream y downstream, desde el punto de vista del mercado asegurador.
Los analistas de WTW observan una tendencia hacia el aumento de la inversión en el upstream, la mejora de las expectativas y la reducción de la incertidumbre en el downstream y el aumento de la capacidad de renovación de contratos y la estabilización de los precios en ambos sectores.
No obstante, todavía hay una diferencia entre el upstream y downstream, y es que en el primer caso sigue habiendo un reparto desigual por regiones y un desequilibrio en las carteras de suscripción.
Por fortuna, la capacidad aseguradora sigue siendo elevada y la mayoría de las señales indican que avanzaremos hacia una estabilización del mercado.