En la última década, la Unión Europa ha desarrollado todo un marco normativo para que las grandes empresas hagan pública la información sobre sus actividades de impacto ambiental y social. Pero desde el pasado 1 de enero, la Directiva sobre divulgación de información no financiera, conocida como NFRD, está siendo sustituida gradualmente por una nueva directiva que no solo busca impulsar la transparencia y homogeneizar los informes corporativos sobre sostenibilidad social y medioambiental, sino también impulsar una nueva cultura de la sostenibilidad en las empresas europeas. Es la llamada Directiva sobre información corporativa en materia de sostenibilidad o CSRD, por sus siglas en inglés.
La normativa entró en vigor el 5 de enero de 2023. Tras dejar un año de margen, desde el 1 de enero de 2024 el primer grupo de empresas afectadas por la CSRD ya están trabajando bajo las nuevas reglas. De aquí a 2027, la directiva será de obligado cumplimiento para cada vez más organizaciones (unas 55.000 a nivel europeo, alrededor del 10 % de ellas, españolas). ¿Cómo te afecta la CSRD? ¿Qué nuevos requisitos introduce respecto a la NFRD? ¿Y cómo influirá en las políticas de sostenibilidad ambiental, social y de gobernanza de las empresas?
Las siglas CSRD hacen referencia a la Corporate Sustainability Reporting Directive o Directiva sobre información corporativa en materia de sostenibilidad. Tras varios informes que aconsejaban la revisión de la normativa vigente, la Comisión Europea propuso en 2021 la adopción de un nuevo conjunto de reglas adaptado al marco del Pacto Verde Europeo, la estrategia de la UE para avanzar hacia una economía más sostenible. Tras casi dos años de debates, la CSRD fue aprobada por el Parlamento Europeo y el Consejo el 14 de diciembre de 2022 y entró en vigor el 5 de enero de 2023.
Esta directiva, parte de la estrategia europea en materia de finanzas sostenibles, redefine lo que hasta ahora se conocía como información no financiera, que pasa a ser denominada información de sostenibilidad. La CSRD equipara los informes de sostenibilidad al resto de informes financieros, estableciendo un marco común para todos ellos. Su implementación requerirá que las grandes empresas divulguen informes no financieros siguiendo una serie de estándares europeos conocidos como ESRS (European Sustainability Reporting Standards). Estos informes deberán proporcionar información detallada sobre riesgos, oportunidades e impactos relacionados con cuestiones sociales, ambientales y de gobierno corporativo.
La nueva normativa, más rigurosa que la anterior, afecta a todo tipo de organizaciones, incluyendo pequeñas y medianas empresas (PYMES). Sin embargo, los plazos no son los mismos para todo el mundo. La CSRD incluye un calendario de aplicación bien definido, cuyos primeros plazos vencen ya este mismo año.
La implementación de la CSRD persigue múltiples objetivos clave, como mejorar la transparencia y responsabilidad empresarial mediante análisis y auditorías de informes de sostenibilidad. También aspira a establecer estándares comunes de divulgación en sostenibilidad dentro de la Unión Europea. Pero su gran objetivo de base es impulsar la financiación de modelos de negocios más sostenibles. Podemos resumir las metas de la CSRD en cinco:
En definitiva, la CSRD contribuye a unificar esfuerzos a nivel europeo para promover prácticas empresariales sostenibles, en consonancia con el Pacto Verde Europeo para lograr la neutralidad de carbono en 2050.
La implementación de la Corporate Sustainability Reporting Directive (CSRD) introduce nuevos requisitos sustanciales de información en materia de sostenibilidad que afectan no solo a las empresas, sino que también se extienden a toda su cadena de valor. Comparada con la Directiva de información no financiera (NFRD), la CSRD exige detalles más específicos sobre el modelo de negocio, las estrategias sostenibles, los objetivos de reducción de emisiones, los roles de los órganos de gobierno, las políticas y los procesos de sostenibilidad, los impactos adversos y las acciones tomadas para minimizarlos y la gestión de riesgos y oportunidades.
Estas son las principales novedades que introduce la CSRD:
Los requisitos introducidos por la CSRD representan un cambio notable con respecto a la NFRD al extenderse a lo largo de toda la cadena de valor, desde los productos y servicios hasta las relaciones comerciales y la cadena de suministro. Además de que afecta a más empresas (unas 11.000 debían cumplir la NFRD a nivel europeo, frente a las 55.000 de la CSRD), las organizaciones se ven obligadas a proporcionar detalles más específicos sobre su modelo de negocio y sus estrategias, prestando especial atención a las oportunidades relacionadas con la sostenibilidad, la resiliencia y los planes para garantizar su compatibilidad con la transición hacia una economía climáticamente neutra.
La doble materialidad o importancia relativa en términos de incidencia es un concepto que tampoco estaba en la NFRD y que impulsa a las empresas a identificar tanto el impacto que generan en la sociedad y el medioambiente (llamada materialidad de impacto) como el impacto del entorno en la empresa en términos de acceso a recursos clave y relaciones necesarias (llamada materialidad financiera). Este enfoque refleja una perspectiva integral que reconoce la interdependencia entre las empresas y su entorno.
La obligación de verificación solo estaba presente en la NFRD para empresas de interés público con más de 500 empleados, mientras que ahora afecta a todas las empresas cubiertas por la CSRD. En el caso de España, la obligación de verificar, con un alcance limitado, la información de sostenibilidad ya estaba presente desde 2018 mediante la Ley 11/2018. El proceso de verificación debe ser realizado por auditores o certificadores independientes acreditados, garantizando que la información cumpla con los estándares adoptados por la Unión Europea.
Por último, otra de las grandes diferencias de la CSRD frente a la NFRD es la introducción de los European Sustainability Reporting Standars (ESRS). El primero de estos estándares, el ESRS E1, cubre los requisitos generales de información de sostenibilidad. Establece, entre otras cosas, la obligatoriedad de demostrar la no materialidad a nivel climático, lo que significa que los impactos del clima y su cuantificación estarán presentes en el ámbito de aplicación de todas las empresas, para las que cumplir el ESRS E1 será obligatorio.
Las empresas españolas están sujetas al mismo calendario que el resto de empresas europeas. La CSRD es de obligado cumplimiento este 2024 para las empresas que ya estaban obligadas a cumplir con la NFRD. En total, se calcula que la CSRD afectará a unas 5500 organizaciones españolas.
Como sucede con el resto de directivas europeas, los 27 estados miembros deben transponer formalmente la norma a sus ordenamientos jurídicos. En el caso de la CSRD, tienen de plazo hasta el 6 de julio de 2024. En España, esta trasposición se completará en el Anteproyecto de ley por la que se regula el marco de información corporativa sobre cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza, cuya tramitación se espera concluya durante 2024.
En WTW contamos con un equipo dedicado exclusivamente al análisis de riesgos climáticos que trabaja en todos los aspectos que tocan el cambio climático: los riesgos físicos actuales, los riesgos físicos asociados al cambio climático en el futuro y los riesgos de la transición hacia una economía baja en carbono. Tenemos la capacidad de analizar el riesgo climático tal como establece la ESRS E1 y, lo más importante, como especialistas en gestión de riesgos, lo cuantificamos. En total, los tres equipos de expertos reúnen a más de 100 profesionales especializados en clima, con experiencia en ciencias climáticas, economía, modelado de catástrofes naturales, análisis financiero, política y regulación e ingeniería.
Asesoramos a grandes clientes corporativos, gobiernos e instituciones multilaterales sobre la gestión del riesgo climático, incluida la cuantificación, mitigación, adaptación y regulación y divulgaciones relacionadas con el clima. Utilizamos nuestros datos y capacidades de analítica para capacitar a nuestros clientes para gestionar riesgos, actuar sobre las oportunidades y crear un valor sostenible.
Nuestro diferenciador único es nuestra capacidad de traducir el riesgo físico y de transición en impacto financiero. Hoy en día, llevamos más de 500 proyectos completados en más de 100 países apoyándonos en un gran equipo humano, pero también tecnológico, gracias a herramientas innovadoras y soluciones para la identificación y gestión del riesgo climático, como Climate Diagnostic o Global Peril Diagnostic. Nuestro enfoque en cuantificación nos convierte en el mejor compañero de las empresas para asegurar el cumplimiento de los nuevos estándares europeos (ESRS).
La nueva directiva CSRD no es solo un compendio de normas para elaborar los informes de sostenibilidad de las empresas. La CSRD busca generar un cambio profundo en la manera de operar de las organizaciones, educar sobre el impacto que la actividad económica tiene sobre el medioambiente y la sociedad. De ahí que ponga el foco en la cuantificación detallada de los impactos y las acciones tomadas: ya no vale decir que se está o no sujeto a un riesgo, sino que hay que demostrarlo con cifras.
El trabajo de recopilación de datos necesario para el cumplimiento de la CSRD obligará a las empresas a trabajar entre distintos departamentos, educando a toda la organización y generando una cultura de cambio. El desarrollo sostenible debe pasar a ser la nueva cultura económica dentro de la Unión Europea a lo largo de las próximas décadas. Este nuevo informe no debería ser un simple proyecto delegado a una consultora de sostenibilidad para cumplir y evitar sanciones, debería estar acompañado de un trabajo profundo que cambie toda la estrategia operativa de la empresa.
Título | Tipo de archivo | Tamaño de archivo |
---|---|---|
WTW Climate Diagnostic - Flyer Castellano - Mayo 2024. | 1.2 MB |