Transcurridos los primeros seis meses de 2024, el mercado asegurador de España sigue avanzando hacia una situación de mayor equilibrio marcada por la creciente estabilidad a nivel macroeconómico y el relativo control de la inflación. Aun así, cada línea de negocio tiene sus particularidades y las aseguradoras siguen de cerca la evolución de los riesgos de crédito, de mercado o de solvencia en un contexto en el que la incertidumbre a medio plazo sigue siendo elevada.
De acuerdo con nuestros expertos, el mercado asegurador español está influido por diferentes realidades que marcan las tendencias a nivel nacional e internacional. Estas son las claves:
Teniendo en cuenta las realidades que marcan el estado del mercado asegurador, esta es su situación real tras la primera mitad de 2024. El aumento de la capacidad impulsado por la entrada de nuevos aseguradores, la disciplina en la suscripción, el foco en la rentabilidad y los potentes planes de crecimiento de la mayoría de las aseguradoras confluyen en una mayor estabilidad de un mercado que se desarrolla a dos niveles.
Los precios de los seguros de empresa siguen evolucionando hacia un contexto más equilibrado y estable, con variaciones de las tasas cada vez más predecibles. Además, sigue aumentando la gestión activa de los riesgos con fuertes inversiones en medidas de seguridad y prevención. Por último, la estabilidad a nivel macroeconómico y el control de la inflación están influyendo de forma positiva en los precios.
El mercado español sigue atrayendo capacidad con la llegada de nuevos aseguradores y la mayoría de líneas de seguros, salvo las llamadas industrias agravadas, han resuelto sus problemas de capacidad. Además, las aseguradoras siguen reforzando sus equipos de suscripción e ingeniería de riesgos y contratando talento con experiencia en el sector industrial.
La calidad del riesgo sigue siendo el factor de mayor peso a la hora de conseguir ofertas más competitivas, ajustadas a los riesgos y a las coberturas necesarias para cada industria y cliente particular. Los suscriptores continúan con un alto nivel de exigencia respecto a la información de los riesgos, la proyección futura de la empresa y el historial de siniestros. En riesgos de alta facturación o exposición es habitual que exijan la presentación de informes detallados y limiten, en ocasiones, muchas de las coberturas.
La capacidad de acceder a los mercados globales, la presentación temprana de los riesgos y el suministro de la mayor cantidad posible de datos de riesgo son componentes claves para los clientes de seguros. A pesar de la moderación de los precios, y asumiendo una temporada de riesgos catastróficos relativamente benigna, es de esperar que aumente la competencia y sea necesario aumentar la capacidad para satisfacer la demanda. Por último, las principales preocupaciones para el sector son la exposición de las aseguradoras a los riesgos macroeconómicos, de mercado y derivados de la digitalización.
Es muy probable que el mercado siga su rumbo hacia un contexto cada vez más estable en el que hay dos niveles diferenciados: los clientes que puedan demostrar una gestión de riesgos mejor y más activa disfrutarán de mayores ventajas, mientras el resto seguirán experimentando dificultades para renovar y completar los cuadros de capacidad de los riesgos menos atractivos. Además, las actividades y sectores tipificados como industrias agravadas seguirán viendo el peor escenario, con apetitos de riesgo muy limitados.
Teniendo esto en cuenta, y a pesar de estar en un entorno más predecible, sigue siendo clave posicionarse de una forma atractiva en el mercado para conseguir más opciones y mejores ofertas. Para ello, nuestros expertos recomiendan cumplir con estos cinco aspectos:
En definitiva, estamos en un momento de sereno optimismo que ha sido muy difícil de alcanzar, sobre todo, si tenemos en cuenta los acontecimientos vividos en los últimos cuatro años y la situación del mercado asegurador entre 2020 y 2023. Así, es importante tener en cuenta que los clientes operan en gran medida en un mercado de compradores donde la capacidad sigue siendo predominante en cada vez más líneas de seguros y pueden empezar a presionar para mejorar sus programas en precio y condiciones.