Más de la mitad de los empleados estaría dispuesto a dejar la empresa en la que trabaja si otra les ofreciera un programa de beneficios más competitivo. Esta tendencia, una de las principales claves que se extraen de la Encuesta Global Benefits Attitudes 2024 de WTW, pone de manifiesto la importancia creciente del programa de beneficios como parte de la compensación total que recibe un empleado. Pero una mejora de los beneficios no solo es una razón para marcharse, sino también para quedarse: la mayoría confía en que la empresa les ofrezca paquetes que se ajusten a sus necesidades.
¿Cómo pueden las empresas proporcionar a sus empleados el apoyo que necesitan? ¿Y cómo están evolucionando las necesidades de los trabajadores? El informe de WTW, basado en las respuestas de miles de empleados de empresas de los principales mercados del mundo, nos da algunas respuestas clave.
La mitad de los empleados se cambiaría de empresa si eso supusiese obtener un mejor programa de beneficios. Además, desde el año 2019, la importancia que los empleados le dan a su programa de beneficios ha aumentado: un 10 % a la hora de decidir trabajar en una empresa y un 9 % a la hora de quedarse en la misma. Los empleados lo consideran clave para su seguridad. Así, los programas de beneficios, y en especial el programa de salud física y mental, son el principal impulsor de la atracción y la retención del talento.
La satisfacción con su programa de beneficios es un factor estrechamente relacionado con que el empleado no esté en situación de búsqueda de empleo, tenga una mayor intención de quedarse en la empresa, esté más comprometido con su organización y pierda menos días al año por absentismo. Además, la mayoría de los empleados confía en sus empresas cuando se trata de beneficios, ya que consideran que sus organizaciones pueden conseguirles más ventajas de las que podrían obtener por su cuenta, así como acceder a productos y proveedores más variados y de mayor calidad.
La Encuesta Global Benefits Attitudes 2024 de WTW muestra que la inmensa mayoría de los colectivos de empleados considera que su salud mental ha empeorado (con la única excepción de los empleados con altos salarios). Cerca de 2 de cada 5 empleados muestran signos de ansiedad y depresión y 3 de cada 10 se sienten quemados por su trabajo. Este agotamiento está relacionado con el bienestar y el rendimiento laboral de los empleados, así como con la retención del talento. Además, la mayoría de los que tienen problemas no reciben tratamiento.
Los cambios en el estilo de vida son eficaces para mejorar la salud mental, pero los empleados que buscan tratamiento valoran el asesoramiento profesional. En este sentido, las empresas pueden proporcionar comunicación, capacitación para directivos y programas orientados a involucrar a los empleados en cuestiones de salud mental, así como crear conexiones sociales que animen a los empleados a mejorar la misma.
Por otro lado, el acceso a servicios de atención médica sigue siendo una de las principales preocupaciones de los empleados. Los que más la demandan son aquellos que sufren afecciones crónicas, tienen alguna discapacidad o neurodivergencia y padecen trastornos mentales. La encuesta revela también que las visitas virtuales reciben cada vez más apoyo entre los trabajadores: uno de cada tres está dispuesto a cambiar a este tipo de atención en remoto si implica tiempos de espera más cortos. Además, los usuarios que acuden con mayor frecuencia a la atención sanitaria y aquellos que se enfrentan a problemas de acceso son los que más servicios de atención virtual solicitan.
Los empleados valoran que la empresa les ofrezca programas de beneficios adaptados a sus necesidades y les acompañe en la mejora de su bienestar. Esto no tiene por qué ser complicado y, de hecho, las medidas más sencillas pueden incluso ser las más efectivas. Por ejemplo, se ha comprobado que para la mejora de la salud mental y física es muy eficaz introducir programas que fomenten el tiempo libre, el ejercicio y salir al aire libre.
Por otro lado, el bienestar social también puede ser clave para activar el cambio: se puede aprovechar la relación de los equipos, los managers y las redes en el lugar de trabajo para fomentar que las personas con un nivel bajo de bienestar participen de los programas de mejora y se animen a usar las herramientas y las iniciativas a su disposición. En definitiva, iniciar el proceso de cambio no tiene por qué ser complicado. Los resultados, en forma de una plantilla motivada, comprometida y feliz, compensan con creces el esfuerzo.
